jueves, 18 de noviembre de 2010

Ay, mare,¡ qué rica!




Hacia inutiles esfuerzos por refrenar el ansia incontenida por saciar un apetito moroso y creciente,
pero el deseo desmedido y desproporcionado, pantagruelico, ha desatado por un descuido o una negligencia la pasión más estremecedora, y ha soltado todo tras de si, desnudo, tal cual carne túrgida como serpiente fria, como cuerpos que no pueden contener el desmayo por no poder soportar un grado de placer superior al que un ser humano puede tolerar...


Un uomo conosciuto per il suo cazzo con il suo amico, dondolando il suo piacere, due grandi e neri....

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