"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo" (Francisco de Quevedo)
miércoles, 14 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
Aqui el orgullo y la envidia me tuvieron encerrado,
a partes iguales, comparten ahora el agrado,
y no la envidia, de la libación del desenfado,
y exonera la carne, turgente del agravio,
a correr de la tierra el extrarradio,
por el vacío, que un nuevo espacio,
llena la novedad del horizonte,
y así, este nos responde,
por aquello que no conduce el presente,
tan ausente,
ahora, que pensamos en aquello
que con sus destellos,
asoma el segundo que nos ignora.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Un hombre aislado en una isla de infelices.
Había una vez un hombre solo,
siempre estuvo sola,
pasaron los años, y su soledad
sumó más de 4000 días,
cuando despertó una mañana,
era tarde,
detras de sí, no habia nadie,
no había nada,
nada que recordar, nada que olvidar.
siempre estuvo sola,
pasaron los años, y su soledad
sumó más de 4000 días,
cuando despertó una mañana,
era tarde,
detras de sí, no habia nadie,
no había nada,
nada que recordar, nada que olvidar.
sábado, 26 de noviembre de 2011
sábado, 19 de noviembre de 2011
EL CUARTO OSCURO= I LOVE YOU CUARTO OSCURO
Hoy me siento entrañable en torno al calor de la fogata para cantar a los cuartos oscuros.
Oh, CUARTO OSCURO, paraiso de candoroso encanto, y pudoroso acento
donde se pone su cumbre al momento
y al dionisiaco ditirambo su asalto...
Oh cuarto oscuro del come come,
algo ahi debajo me reconcome,
sin decir nada, mudito y despacito,
da poco a poco su pasito,
sin sobresaltos, y sin que asome...
Nos sentamos junto a una puerta misteriosa y alicatada.
Entraban femeninos en la morada,
osos, viejos, ansiosos, no dejaban de entrar, curiosos, tediosos, rabiosos, haambrientos, nerviosos.
Salian de la puerta con cara de susto, otros sudorosos, otros aliviados,
de la puerta corriendo temerosos y todos desordenados.
Esa puerta misteriosa del cuarto oscuro,
me mira inquietante desde dentro,
como una interrogación que en el centro
pone al salero su gran huevo duro.
Salian los osos sin camisa, los femeninos espantados, una perdida vieja lunfarda cojeando
como el guijarro que queda de un saco vacìo
los grillos que hacen caer lo oscuro al desvío.
Imaginaba un falo luengo y peludo libre, sin ninguna ligadura,
vacilando entre las livianas comisuras
de los labios de jovenes ladinos,
las manos ancianas y aciagas agitando el espanto,
despues del placer de tantos,
en tropel ni orden, confuso sigilo,
van sombreando las baldosas del oscuro latino
cuarto oscuro, con celo perjuro,
sin acabar de abrirlo, apuro...
Asi fue la visión del cuarto oscuro en torno a la fogata
de postreras tocatas
de misteriosas piernas y encantados torsos,
ese cuarto oscuro que todos los femeninos abominan y reniegan
al que todos zorramente llegan
para sus postreros dislates,
y su vespertino encanto
y los osos intranquilos,
esperan con sus jaulas perversas
en los bares de Esquilos
para los zagales malevos, de mentes aviesas.
Así termino mi canto de hoy, unas fotos y poco encanto.
Vegueta, Espíritu Santo, Las Palmas de Gran Canaria 19-11/11
Oh, CUARTO OSCURO, paraiso de candoroso encanto, y pudoroso acento
donde se pone su cumbre al momento
y al dionisiaco ditirambo su asalto...
Oh cuarto oscuro del come come,
algo ahi debajo me reconcome,
sin decir nada, mudito y despacito,
da poco a poco su pasito,
sin sobresaltos, y sin que asome...
Nos sentamos junto a una puerta misteriosa y alicatada.
Entraban femeninos en la morada,
osos, viejos, ansiosos, no dejaban de entrar, curiosos, tediosos, rabiosos, haambrientos, nerviosos.
Salian de la puerta con cara de susto, otros sudorosos, otros aliviados,
de la puerta corriendo temerosos y todos desordenados.
Esa puerta misteriosa del cuarto oscuro,
me mira inquietante desde dentro,
como una interrogación que en el centro
pone al salero su gran huevo duro.
Salian los osos sin camisa, los femeninos espantados, una perdida vieja lunfarda cojeando
como el guijarro que queda de un saco vacìo
los grillos que hacen caer lo oscuro al desvío.
Imaginaba un falo luengo y peludo libre, sin ninguna ligadura,
vacilando entre las livianas comisuras
de los labios de jovenes ladinos,
las manos ancianas y aciagas agitando el espanto,
despues del placer de tantos,
en tropel ni orden, confuso sigilo,
van sombreando las baldosas del oscuro latino
cuarto oscuro, con celo perjuro,
sin acabar de abrirlo, apuro...
Asi fue la visión del cuarto oscuro en torno a la fogata
de postreras tocatas
de misteriosas piernas y encantados torsos,
ese cuarto oscuro que todos los femeninos abominan y reniegan
al que todos zorramente llegan
para sus postreros dislates,
y su vespertino encanto
y los osos intranquilos,
esperan con sus jaulas perversas
en los bares de Esquilos
para los zagales malevos, de mentes aviesas.
Así termino mi canto de hoy, unas fotos y poco encanto.
Vegueta, Espíritu Santo, Las Palmas de Gran Canaria 19-11/11
miércoles, 26 de octubre de 2011
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