"No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo"
(Francisco de Quevedo)
domingo, 4 de diciembre de 2011
Un hombre aislado en una isla de infelices.
Había una vez un hombre solo,
siempre estuvo sola,
pasaron los años, y su soledad
sumó más de 4000 días,
cuando despertó una mañana,
era tarde,
detras de sí, no habia nadie,
no había nada,
nada que recordar, nada que olvidar.
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